martes, 10 de marzo de 2015

PLANTAS MEDICINALES V: EL JENGIBRE

El jengibre o kion (Zingiber officinale) es una planta de la familia de las zingiberáceas, cuyo tallo subterráneo es un rizoma horizontal muy apreciado tanto por sus reconocidas propiedades medicinales, como por su uso culinario. La planta llega a tener 90 cm de altura, con largas hojas de 20 cm.
Crece en todas las regiones tropicales del mundo. Las variedades más caras y de mayor calidad generalmente proceden de Australia, India y Jamaica, mientras que las más comercializadas se cultivan en China y Perú..
Su nombre proviene del indoeuropeo: en sánscrito se decía singavera, que significa «cuerpo de cuerno» (śṛṅga:«cuerno» y vera: «cuerpo, berenjena, azafrán, boca»).
Esta planta tiene un alto contenido en fibra y en aminoácidos como la valina y la leucina (con importantes propiedades cicatrizantes) o la arginina, que estimula el sistema inmunológico. La fibra y el gingerol también están presentes en el kion. Precisamente el gingerol es el componente que le da su toque picante, ya que es equivalente a la capsaicina, que es la sustancia que hace que los chiles piquen.
Además de estos elementos, también encontramos ácidos como el ascórbico (con propiedades antioxidantes) y ácidos linoleico y alfa-linoleico, tan importantes para nuestra nutrición por formar parte de la serie omega-3.

Propiedades Medicinales:

El jengibre es un vasodilatador y anticoagulante natural que reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares y mejora el riego sanguíneo; además, contribuye al descenso de los niveles de colesterol por la presencia de ácidos omega-3 en su composición.
Tanto en su uso externo como interno, alivia en gran medida los dolores articulares, artríticos o reumáticos, ya que es un potente antiinflamatorio y analgésico que mejora la movilidad de la zona afectada.
Presenta la propiedad de ser antibacteriano, por lo que reduce problemas digestivos como los gases, meteorismos y diarreas, y también minimiza el riesgo de padecer úlceras y gastritis.
Una de las propiedades más conocidas del jengibre es su capacidad para aliviar las náuseas, ya sean propias del embarazo, las que se producen asociadas al mareo durante los viajes, o las resultantes de procesos de quimioterapia, puesto que es un antivomitivo natural.
Además de para las náuseas del embarazo, las mujeres pueden tomar jengibre para reducir los síntomas asociados a los dolores menstruales ya que, como decimos, posee efectos antiinflamatorios y calmantes. 
El jengibre también está recomendado para los procesos gripales y resfriados porque baja la fiebre y alivia la congestión nasal; de hecho, también se recomienda a pacientes con sinusitis ya que reduce la inflamación de los senos nasales.
También está recomendada su ingesta para mitigar las jaquecas y migrañas, así como las molestias asociadas al síndrome de fatiga crónica (SFC). Masticar jengibre también alivia el dolor de muelas y mejora el mal aliento y, junto con la canela, son dos de los afrodisíacos naturales más conocidos que aumentan la libido, el deseo sexual, y mejoran los problemas de erección.




Contraindicaciones:

A pesar de que el jengibre es una de las plantas con más propiedades y beneficios reconocidos para nuestro organismo, debe consumirse con precaución, puesto que también posee efectos adversos. Por ello, la mejor opción antes de tomar esta planta de forma habitual es consultar con el médico, sobre todo si estás siguiendo algún tratamiento médico cuyo efecto pueda verse alterado por la interferencia del jengibre.
Entre sus contraindicaciones encontramos que no puede tomarse si las afecciones del aparato digestivo para las que resulta favorable –tales como úlcerasgastritis, colitis o enfermedad de Crohn– están activas.
También puede interferir en la formación hormonal del feto durante el embarazo, por lo que antes de tomarlo para reducir las náuseas es conveniente que lo consultes con tu ginecólogo que será quien te indique si puedes tomarlo o no y cómo hacerlo. También hay que evitar tomarlo si los sangrados durante la menstruación son muy abundantes para que no aumente el riesgo de hemorragia.
En cuanto a la interferencia sobre los efectos de ciertos medicamentos, si el paciente toma medicación para la diabetes o bien debido a problemas circulatorios, es conveniente que consulte siempre con un especialista, puesto que el jengibre reduce y altera los efectos de dichos fármacos.
También puede producir reacciones alérgicas en su uso tópico, provocando erupciones en la zona tratada y reacciones oculares.

Posologia:

El jengibre puede tomarse en sus diferentes presentaciones, esto es: fresco, seco, o en polvo. Habitualmente, la forma más común de tomarlo es en infusiones. Para preparar esta infusión utilizaremos un litro de agua y un trozo de la raíz, y después de que el agua hierva, incorporamos el jengibre y dejamos reposar durante unos 3 o 4 minutos para, a continuación, endulzar con miel y tomar. También es habitual añadir manzanilla, naranja o limón a las infusiones de jengibre.




Otras presentaciones del jengibre son el aceite esencial, el zumo o las cápsulas. En el caso de los aceites, puesto que la concentración es mayor, no deberían superarse las 9 gotas diarias repartidas en tres tomas. En cuanto a las cápsulas, lo habitual es que se tome una cada 8 horas, siempre y cuando un especialista médico lo supervise y determine el período de tiempo en el que tomarlo.
Respecto a la cocina, esta especia puede utilizarse de muy distintas formas. Desde aliñar ensaladas a sazonar carnes y, por supuesto, es el ingrediente que nunca puede faltar en la preparación de platos con un toque asiático.
Uno de los secretos del toque del jengibre cuando se emplea en la cocina o cuando se preparan infusiones está asociado al momento en el que lo incorporamos al plato o infusión que preparamos. Si lo hacemos al principio de la cocción le dará un sabor más suave, mientras que si se hace al final el efecto será el contrario.

Como cultivar jengibre:
Lo primero tenemos que encontrar una raíz de buena calidad, elige una que sea gruesa, firme, aromática, y con numerosas prolongaciones.(Se puede encontrar fácilmente). Coloca la raíz de jengibre en un vaso con agua y déjala en remojo durante una noche en agua tibia. Por otra parte, para preparar el sustrato de calidad se le echa por cada 3 partes de un sustrato ecológico 1 parte de humus de lombriz. Ten en cuenta que el rizoma del jengibre crece de forma horizontal al suelo por lo que necesitas de un espacio amplio. Para facilitar el drenaje del agua, colocar grava en el fondo.
La siembra se realiza a comienzos de la primavera. Planta la raíz de jengibre sobre la superficie de la tierra, a no más de 8 o 10 cm. de profundidad. Si colocas más de una raíz recuerda dejar cierto espacio entre ellas. El período de germinación estimado es de dos meses.
Hay que tener en cuenta que el jengibre es originario de un continente caluroso como es Asia por lo que necesita interior por tratarse de una planta tropical.

Hacia los 10 a 12 meses de la siembra, la planta ya está lo suficientemente madura para la recolección. Entonces medirá entre 2 y 4 metros. La cosecha se realiza en invierno.