miércoles, 11 de noviembre de 2015

LAS BRUJAS ERAN Y SON (PARTE I)

Las Brujas fueron y son, mujeres libres, grandes conocedoras de los efectos y propiedades de las plantas. Las plantas tienen poderes curativos, también son capaces de expandir el estado de conciencia, y como no puede ser de otra forma, pueden matar.

“Aquello que puede curar, puede matar”.

La tradición oral de mujeres a mujeres era la forma más común de extender y compartir un conocimiento ancestral, que viene dado desde el principio de los tiempos, en los cuales las mujeres eran quienes estaban a cargo de la recolección de alimentos para la tribu.
Las Brujas, curanderas y herbolarias, eran veneradas por el bien que suponían para su comunidad, y por la sabiduría adquirida a través del estudio, la contemplación  y la experimentación con todo lo que les era ofrecido por la madre naturaleza.

Representación griega de Hékate
No fue hasta la Edad Media, de mano de la iglesia cuando se definió la brujería cómo la adoración al diablo y se crearon los instrumentos necesarios para ir poco a poco perpetrando su exterminio, siendo éste uno de los más grandes feminicidios en la historia de la humanidad.
Representación medieval de quema de mujeres en la hoguera

Tratados como el “MalleusMaleficarum”, en el que sólo la posesión de  un ungüento de hierbas era motivo para acusar a una mujer de brujería, y la labor de los inquisidores del momento condenando a esas mujeres a la hoguera son claros ejemplos de ello.

El Martillo de las Brujas
Esas mujeres, que conocían las plantas como nadie, hacían un uso general de todas ellas, pero todas las bibliotecas paganas y todo ese saber ancestral, fueron quemados como ofrenda a la “Santa Madre Iglesia “, la misma institución que consideró demoníaco el famoso ungüento de las brujas, ya que defendían que era el que esos ungüentos los llevaban las brujas al aquelarre con el diablo.

Ese ungüento se obtenía principalmente de plantas de la familia de las solanáceas. Estas mismas plantas han sido usadas a lo largo de los años por diversas culturas cómo vehículos para realizar viajes espirituales, se usan para expandir los estados de conciencia, y llegar a estados de trance y de éxtasis  que tienen como fin la sanación, la búsqueda de protección….
Planta de Belladona, familia de las solanáceas
Estos son los estados a los que la Inquisición denominaba “ posesión demoníaca”
Acabamos cómo empezamos, las brujas eran y son, mujeres con sabiduría, maestras conocedoras de las plantas y la naturaleza, que preparaban sus “pócimas de hierbas” en armonía con las influencias cíclicas de los elementos y los astros.