El
próximo 8 de marzo, las mujeres estamos llamadas a participar de una jornada de
huelga general para denunciar las violencias, los abusos, las desigualdades, la
situación de precariedad que vivimos, la brecha salarial, la dominación
explotación de nuestros cuerpos, la imposición de roles… La huelga también ha
de servir para visibilizar el trabajo de las mujeres, el productivo y el reproductivo,
trabajo imprescindible para el sostenimiento de la vida, y que por imperativo
social es realizado mayoritariamente por mujeres sin ser reconocido, sin ser
remunerado, es decir sin un salario a cambio.
El
patriarcado es una estructura de poder, que atraviesa todos los ámbitos de
nuestras vidas, desde lo personal hasta lo político, desde lo privado a lo
público, y por lo tanto, confrontarlo implica un esfuerzo personal de crítica y
deconstrucción, y un ejercicio colectivo de organización.
La
huelga del 8M está enfocada hacia cuatro ejes, el laboral, el estudiantil, el
de consumo y los cuidados. Por lo que el 8M las estudiantes no irán a clase,
las trabajadoras no acudiremos a nuestros puestos de trabajo, evitaremos
consumir más allá de lo necesario para las necesidades básicas y tampoco
realizaremos las tareas de cuidado, con el objetivo de visibilizar nuestro
trabajo invisible que sostiene este sistema.
Esta es
una movilización que surge de la organización del movimiento feminista
internacional, y como sucede en todas las huelgas, conlleva una pérdida
económica que nos afectará a todas las que participaremos de la misma. No todas
las mujeres van a poder participar activamente en la misma, algunas por temas
económicos y otras por servicios mínimos, pero el hecho de estar organizadas va
a servir para dotarnos de fuerza colectiva, y salvar las dificultades de
aquellas cuyas condiciones de vida hacen imposible la ausencia de su puesto de
trabajo ese día.
Mujeres,
autónomas, trabajadoras, precarias, cuidadoras, paradas, presas, inmigrantes,
gitanas, cultivadoras, cannábicas, trans, jubiladas, madres, hijas, abuelas, hermanas, putas…
Todas
estamos llamadas a la huelga, participa en la medida de tus posibilidades y
acude a las movilizaciones que se convoquen en tu pueblo, en tu ciudad, y anima
a los hombres de tu entorno a tomar conciencia del significado de esta huelga y
cómo pueden colaborar.
Este 8M sólo es el comienzo del fin, del final del
patriarcado.
Nosotras
cerraremos por HUELGA el 8M, así que intenta hacer tus compras en La indika
antes o después del 8 de marzo.