Cánnabis,
Cáñamo o Marihuana (Cánnabis Sátiva L)
Planta
anual de la familia de las cannabináceas, que en condiciones propicias para su
cultivo puede llegar a alcanzar los 4 metros de altura. La planta presenta
tallos con hojas opuestas en la base del tallo y alternas en el resto. Flores
anemófilas, es decir que aseguran su polinización a través del viento, diclinas
monoícas o dioíacas pequeñas, en inflorescencencias cimosas. Las flores
masculinas son ramificadas, con forma de racimos y con muchas flores. Las
flores femeninas son más compactas, pistiladas con un cáliz tubular,
membranoso, corto, que encierra al ovario con dos carpelos unidos formando un ovario
unilocular con dos estigmas alargados.
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Flores macho y flores hembra |
Dentro
de la especie Cánnabis Sátiva se acepta la distinción de tres subespecies:
Sátiva, Índica y Ruderalis, de características fenotípicas y de condiciones
ambientales diferentes, que procederían de una planta originaria en común. Es
muy posible que la primera semilla de marihuana se originara en la templada Asia
Central. En la zona que se extiende entre el este de Europa y China. Durante
miles de años la humanidad ha cultivado plantas de cáñamo o cánnabis para su
uso en el ámbito textil, como fuente de fibras, ha usado el aceite y las
semillas como alimento propio, para el ganado y también para la elaboración de
biocombustible.
USO
MEDICINAL
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El
cánnabis también se ha utilizado como psicotrópico y como herramienta de
carácter espiritual en rituales religiosos y/o colectivos, a lo largo y ancho
de la geografía del planeta, con el fin de inducir estados de trance. Existen
evidencias de inhalación de cánnabis que datan del tercer milenio a.C. Además
durante miles de años se ha usado como planta medicinal. En la literatura china
del tercer milenio antes de nuestra era, ya se encuentran notas sobre las
propiedades medicinales del cánnabis, basadas en la tradición oral de remedios de
siglos anteriores. Posteriormente se ha utilizado de forma terapéutica en prácticamente
todas las culturas antiguas. Las herboleras y curanderas de la Edad Media lo utilizaban como ingrediente de fumigaciones, brebajes y ungüentos, y su uso fue perseguido por la Inquisición desde el siglo XII
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Ilustración: Mujer victima de la Inquisición |
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A lo largo de la historia se ha utilizado como
remedio de males tan dispares como los reumatismos, gota, inapetencia,
debilidad, ictericia, histeria, cólera, tétanos, partos difíciles, flatulencias…debido
a sus cualidades como antinflamatorio, antiemético, anticonvulsivo, calmante, hipnótico,
regulador del sistema autoinmune...
El cánnabis interviene en nuestro cuerpo a a través de receptores específicos, activados normalmente por moléculas endógenas
(endocannabinoides) que regulan criticamente la neurotransmisión del Sistema Nervioso Central y distintas localizaciones periféricas. La
principal sustancia psicoactiva del cánnabis es el
Delta9-Tetrahidrocannabinol
(THC), aunque la planta contiene en total alrededor de
60 cannabinoides, entre
ellos el
cannabidiol (CBD), Cannabinol (CBN), Cannabigerol, Cannabicromeno, Cannabiciclol…,
siendo el THC y el CBD los que se encuentran en mayores concentraciones en la
planta, además el CBD no tiene efectos psicoactivos. Recientemente se ha descubierto que el
Cannabinol (CBN) permite el control del sistema inmunológico y que proporciona protección ante
infecciones virales
¿QUÉ
VARIEDAD UTILIZAR?
Si
decidimos tratar alguna dolencia con cánnabis es importante hacernos varias
preguntas ¿para qué voy a consumir? Y ¿De qué manera? Para así, orientar tanto
nuestra forma de consumo, como la variedad más apropiada para nuestro caso y
evitar riesgos y malas experiencias. Además, es importante que nuestro médico
habitual conozca nuestra decisión. Cada vez existen más profesionales de la
salud, que se informan de las variedades de marihuana y sus diferentes efectos
y aplicaciones. Aunque el cánnabis de uso terapéutico en el Estado Español no
es legal, sólo el sátivex puede recetarse para algunas dolencias a través de su
uso compasivo, con un coste muy alto (400€), el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, ya en 2003 elaboró un
prospecto del cánnabis como medicamento, que recomendamos tener muy en cuenta,
antes de comenzar a usar esta planta con estos fines.
Es
importante conocer la variedad que vamos a usar en las aplicaciones
terapéuticas, ya que el efecto que vayamos a obtener de ellas será diferente.
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Planta de Cánnabis Sativa L. |
Las
plantas de cánnabis silvestre, aquellas que no proceden de la selección
genética suelen tener concentraciones de THC entre 5 % y 15%, es decir, sus
efectos son más suaves.
Las
variedades de cánnabis indica, con altos niveles de THC (15%-21%) y de CBD
(>1%), tienen un efecto relajante, sedante e incluso narcótico; son
apropiadas para el tratamiento del dolor crónico (de tipo neuropático), la
tensión muscular, glaucoma, el insomnio, los espasmos y temblores musculares,
la epilepsia, los reumatismos, el dolor de regla, fibromialgia, la esclerosis
múltiple…
Las
variedades de cánnabis sátiva con altos contenido en THC (15%- 21%) y bajos
niveles de CBD (<1%) son efectivas para tratar nauseas y vómitos, los
generados por otros tratamientos como la quimioterapia, o los fármacos usados
contara el VIH-SIDA, la falta de apetito, trastornos nerviosos como la
anorexia, la depresión, el asma, la migraña y también el dolor crónico pueden
ser aliviadas con estas variedades. Es interesante comentar, que las variedades
sátivas tienen tendencia de elevar la ansiedad,
en algunas personas, si se consumen habitualmente.
Las
variedades híbridas son cruces de las anteriores, mezclas de genéticas índicas
y sátivas que dependiendo del cruce tendrán unos efectos u otros.
ALGUNOS
USOS Y APLICACIONES
El
cánnabis terapéutico se puede utilizar de diferentes maneras, por inhalación,
por ingestión o por aplicación externa.
La
inhalación es la vía más rápida, y permite controlar mejor la cantidad de
cánnabis que se consume. Se realiza mediante vaporizadores, aparatos que
calientan el cánnabis y hacen que los principios activos se volatilicen y vayan
a los pulmones una vez inhalado. La diferencia con la combustión, fumar, es que
esta última opción es más nociva, ya que están presentes algunos agentes
cancerígenos e irritantes para las vías respiratorias. El efecto máximo en la
inhalación se produce al cabo de 15 minutos, y la duración es de dos a tres
horas.
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Infusión preparada con leche y cánnabis |
Para
elaborar una infusión será necesario añadir algo de aceite, mantequilla o leche
entera al agua, porque los cannabinoides son liposolubles, son solubles en
aceite, y no se solubilizan en agua. En el caso de la ingestión, los efectos se
notarán a los 30-90 minutos, el efecto máximo se dará a las 2 o 3 horas y el
efecto puede durar hasta 8 horas tras la administración.
La preparación
de tinturas u oleatos nos permite diferentes formas de uso y la posibilidad de dosificar
y controlar el efecto, además su preparación es sencilla y barata. La tintura
se prepara con alcohol etílico y el oleato con aceite. En el caso de las
tinturas podemos usar alcohol de farmacia, para fricciones y masajes, o también
podemos usar un alcohol de alta graduación como el orujo, el coñac, el vozka
para preparar tinturas que podemos añadir mediante cuentagotas en un vaso de
agua, infusión. Es importante comenzar por una dosis pequeña, que podemos ir
aumentando o disminuyendo si percibimos
que es necesario.
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Tintura de marihuana |
Usaremos
de 3 a 5 partes de alcohol, por una parte de cánnabis (flores, hojas…) y lo
dejaremos en lugar seco y oscuro durante 7 o 10 días. Por ejemplo, 25 gr de
cánnabis en 120 ml de alcohol. Después lo filtraremos a través de una gasa o
filtro de café, y listo para usar.
El
oleato lo realizaremos de la misma manera, colocando en un bote de cristal los
cogollos o las hojas trituradas y lo cubriremos por completo con el aceite
(oliva, almendra…) Lo mantendremos en oscuridad en un ambiente fresco entre 3 y
4 semanas, y después filtraremos el aceite como en el caso de las tinturas. En
ambos casos es conveniente agitar la mezcla de vez en cuando mientras se macera
la planta. Este aceite lo podemos añadir en pequeñas dosis a comidas, o podemos
usarlo en elaboración de cremas y ungüentos, también para masajes o para añadir
unas gotas en nuestro baño relajante. si vamos a ingerir la hierba, es importante lavarla antes de usarla en agua caliente durante 5 minutos, para limpiarla de polvo, tierra e impurezas.
ADVERTENCIAS
·El uso
de cánnabis terapéutico no tiene nada que ver con el uso lúdico y recreativo,
los riesgos son diferentes y también los
efectos.
·La
dosis depende mucho de la persona y de la experiencia que haya tenido con el
cánnabis. Es importante empezar siempre con dosis pequeñas.
·El
cánnabis puede empeorar alteraciones psicológicas, especialmente en personas
psicóticas. Por lo tanto es importante tener en cuenta esta premisa antes de
decidir tomarlo.
·El uso
del cánnabis puede influir en la capacidad de concentración y reacción. Por eso
se recomienda no conducir ningún vehículo ni utilizar maquinaria peligrosa si
se ha consumido cánnabis.
·Los
efectos secundarios psíquicos pueden dar lugar a un ataque de pánico. Es
aconsejable estar acompañad@ si se usa cánnabis por primera vez.
·El
cánnabis contiene productos de combustión nocivos, como por ejemplo materiales
cancerígenos y monóxido de carbono.
·Antes
de usar cánnabis, es muy importante conocer y contrastar la medicación que se
está tomando.
Enlaces relacionados
http://www.revistaeidon.es/archivo/revista-eidon-n-38/investigacion-y-ciencia/118144-el-sistema-endocannabinoide-como-nueva-diana-terapeutica
http://www.farmaceuticonline.com/es/el-medicamento/607-cannabis
Bibliografía
Colectivo
Interzona (Ed). CANNABIS. Ediciones Amargord.
ISBN 84-87302-16-5
Lester Grinwspoon y James B. Bakalar. MARIHUANA. La Medicina Prohibida. Ediciones Paidós. ISBN
84-493-0384-2