sábado, 18 de octubre de 2014

LA COSECHA

La cosecha es uno de los momentos más emocionantes del cultivo, y también uno de los más importantes a la hora de obtener unas flores de calidad. Recolectar nuestras plantas en un punto de maduración óptimo, hará que obtengamos marihuana de psicoactividad, calidad y características diferentes, que si lo hacemos antes o después. Además, la cosecha no es el último capítulo de nuestro cultivo, tan importante como la recogida es el manicurado, el secado y el curado de nuestras flores.
El momento ideal de recogida es diferente, dependiendo de las  variedades  y también,  de nuestras necesidades o gustos. Las variedades índicas floran antes que las sátivas, tardan en torno a 50 días y su efecto es más narcótico y físico sin embargo, las variedades índico-sátivas suelen estar listas entre 50 y 70 días y las variedades sátivas puras suelen tardar bastante más de 70 días y tienen un efecto más mental y activo.
Sweet Deep Grape Fruit en la última semana de floración. Archivo Fotografico de La Indika
Para facilitarnos conocer el momento ideal para cosechar nuestra planta, es importante que mantengamos un control en un calendario de las fechas clave de nuestro cultivo, como el germinado, el transplante, la prefloración y la aparición de las primeras cimas de flores. Todos estos datos, además de las fechas que suelen indicar los bancos de semillas serán indicativos del momento de recogida.
Es importante que un par de semanas antes de recoger, retiremos los abonos en el riego, si se están añadiendo, ya que facilitaremos la eliminación de sales y evitaremos que el nutriente se perciba en el sabor de nuestra planta. En esta fase es normal que amarilleen algunas de las hojas, y un par de días antes de cortar, también interesa evitar el riego, para que el secado posterior sea más rápido.

La observación de la planta y nuestra propia experiencia, serán factores cruciales a la hora de recolectar en el momento propicio. El primer síntoma de maduración será la coloración de los pistilos y de los tricomas glandulares, que se tornan color ámbar. Podemos apreciar los pistilos a simple vista, cuando alrededor del 60% o 70% de los pistilos está de color naranja o rosa, será el momento óptimo de recogida, cuando los niveles de THC son mayores y por lo tanto también su psicoactividad. Si dejamos madurar más nuestra planta, hasta que la mayoría de los pistilos se coloreen, entonces obtendremos unas flores con menor nivel de THC (tetrahidrocannabinol) y mayores niveles de CBD (Cannabidiol) y CBN (Cannabinol), por lo que tendrá efectos más narcóticos y relajantes y menos psicoactiva. Y si nos dejamos llevar por las prisas y recogemos antes de tiempo, es posible que nuestra planta tenga altos niveles de terpenos, pero apenas tendrá THC, ya que no le habremos dado tiempo al THCA (Ácido Tetrahidrocannabinólico) en transformarse en su forma activa THC y por lo tanto, no será tan psicoactiva.

Tricomas formados, momento óptimo de recogida. Fuente: www.cannabiscafe.es
Si queremos observar los tricomas para decidir el momento de la cosecha, tendremos que utilizar una lupa de aumentos. Podemos observar las glándulas con una lupa x10, pero lo ideal es usar una lupa x50 o mayor. Los cogollos de marihuana están formados por flores compactas recubiertas de resina, compuesta por multitud de glándulas resinosas,  los tricomas glandulares. Éstos pasan por diferentes fases en su formación. Primero son pequeños puntos blancos en las hojas y en los cálices, que van aumentando su tamaño hasta alcanzar la forma  de un pequeño bastón, al que le crece una cabecita en lo alto, en ésta glándula es dónde se encuentran el THC, el CBD, el CBN  y demás cannabinoides y compuestos del cánnabis. Entre ellos se encuentran los terpenos y sesquiterpenos, hidrocarburos, clorofilas y otras sustancias que también se transforman, otorgándole el olor y sabor al cánnabis. Cuando la mayoría de los tricomas ya poseen su forma característica, podemos fijarnos en su color. Primeramente los tricomas adquieren un tono transparente, que más tarde se irá volviendo blanco lechoso, en éste momento es cuando las flores alcanzan su momento óptimo de recogida, justo antes de que las glándulas comiencen a tomar un color ámbar, que es indicativo de que el THC se está oxidando y pasa a descomponerse en otros compuestos.
Así que resumiendo, podríamos decir que en el momento en el que los tricomas están totalmente formados, que la mayoría están de color blanquecino, algunos transparentes y unos pocos de color ámbar, nuestra planta estará lista para su cosecha.
Manicurado de la planta. Fuente: www.cannabismagazine.es
 Podemos cortar nuestra planta entera o podemos cortar rama a rama, dependiendo de la maduración de cada una. Es aconsejable manicurar, o cortar las hojas de la planta, para facilitar el secado, justo en el momento de la recogida. Este trabajo se puede realizar manualmente con tijeras o mediante máquinas, que facilitan este duro trabajo. Así que, el manicurado precede al secado y así evitaremos enfermedades como el moho gris o la podredumbre.
Podemos secar nuestras plantas colgadas boca abajo o sobre mallas de secado, en éste último caso tendremos que separar los cogollos de las ramas, para no romper las mallas y aprovechar mejor el espacio. Las hojas cercanas a los cogollos, y los restos de la manicura son ricos en tricomas, y podemos aprovecharlas para la extracción de resinas o para usarlas en la cocina o en nuestra farmacopea casera, para elaborar oleatos y tinturas.
Es importante realizar el secado a temperatura ambiente, a oscuras y en un lugar ventilado, para preservar todas las cualidades organolépticas de nuestras flores.Cuanto menos manipulemos los racimos de flores mejor, ya que las resinas son muy frágiles. No se deben consumir flores infectadas por hongos, ya que las esporas pueden generar infección en los bronquios, entonces ante la presencia de podredumbre o moho, sólo queda la basura. Así que, secaremos en un lugar donde se dé una buena ventilación.
Durante el secado la planta pierde aproximadamente el 75% de su peso en agua. Podemos considerar que nuestra hierba estará lista para curarla y almacenarla cuando al doblar una de las ramas se quebre y cruja. Podemos guardar nuestra cosecha en recipientes de madera, plástico o vidrio, éste último el más apropiado ya que es totalmente neutro. 



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