viernes, 9 de enero de 2015

CULTIVO INTERIOR. LA ILUMINACIÓN (PARTE I)


Cuando decidimos montar una sala de interior para cultivar, debemos tener en cuenta una serie de cuestiones. El cultivo de interior es una forma artificial de criar plantas, mediante la imitación de las condiciones de cultivo ideales, que se darían en exterior. Nuestra primera opción  sin duda, es el cultivo de exterior, principalmente por ecología y por ahorro energético. Sin embargo, entendemos que las circunstancias actuales, hacen que el cultivo de interior sea una opción para salvar las dificultades  de muchas personas que consumen y cultivan su marihuana. La falta de espacio para cultivar en exterior, los robos y las denuncias que sufrimos, la escasez de la cosecha de exterior para cubrir nuestras necesidades, la discreción que proporciona el cultivo de interior… son algunas de las razones más habituales, que hacen que esta forma de cultivo sea una buena opción para mucha gente. Queremos dejar claro que el cultivo de interior no es un cultivo orgánico  ni natural, todo lo contrario. Como hemos dicho al principio, es una forma artificial de criar y cultivar nuestras plantas, a través de la aportación apropiada de luz, agua, temperatura y CO2,  permitiremos la realización de la fotosíntesis de las mismas.

Fórmula simple de la Fotosíntesis
El primer factor limitante artificial, que debemos tener en cuenta en nuestro cultivo es la luz. La intensidad de la luz que usaremos en nuestro cultivo, así como el espectro de la misma  están condicionados por la superficie que vamos a dedicar a nuestro cultivo y por la fase en la que se encuentren nuestras plantas, respectivamente. La necesidad lumínica mínima requerida en un cultivo de interior de cánnabis es de unos 35000 lúmenes /m2. La luz está formada por bandas separadas de color; cada color del espectro lumínico envía señales por separado a las plantas, y cada color estimula un tipo de crecimiento diferente. Las plantas de cánnabis sólo emplean una parte del espectro lumínico. Las partes del espectro que más importancia tienen para las plantas se encuentran entre las franjas azul y roja, lo que se denomina zona de Radiación Fotosintética Activa (RFA) entre 400 y 700 nanómetros.
Zona de Radiación Fotosintética Activa
 Así, el color de la luz de nuestra bombilla, activará diferentes funciones de la planta. Las tonalidades azules  y blancas del espectro son las que imitan las fases de crecimiento de las plantas en exterior (6000K- 4000K), y las tonalidades naranjas más cálidas (3000K-2000K), son apropiadas para la fase de floración, imitando así la tonalidad del Sol en verano. Podemos encontrarnos lámparas que cubren el espectro completo, lo que se denominan lámparas mixtas.  Existen en el mercado una importante variedad de fuentes lumínicas, como lámparas de  alta Presión de Sodio (HP), Halogenuros metálicos (HM), luminarias de LED, fluorescentes, lámparas  de bajo consumo…
Relación entre potencias de lámparas de descarga y lúmenes
Dependiendo del tipo y de la potencia de cada una, tendremos que mantener una distancia concreta hasta las hojas de nuestras plantas, para conseguir la máxima producción de ellas, sin quemarlas por el calor producido por los focos de luz. Las lámparas de descarga, como los Halogenuros metálicos y de Alta Presión de Sodio tienen altas intensidades de luz, y consumen más que las otras, lo que implica mayores producciones, pero también requieren una distancia mayor hasta las puntas de las hojas. Los fluorescentes, las lámparas de bajo consumo y los LED, permiten mantener las luminarias más cerca de las plantas, y también manejarse más fácilmente con la climatología de la sala de cultivo, al generar  también menor temperatura. Además implican menor consumo energético y por lo tanto, un uso más racional de la energía.

Cultivo con tecnología LED
Distancia apropiada desde las lámparas de descarga hasta las hojas

FOTOPERÍODO
La Fotosíntesis es el proceso biológico, en el que se distinguen dos fases, fase luminosa y fase oscura. Explicado con sencillez, a través de la clorofila las plantas capturan la energía luminosa para transformarla en energía química. En las plantas de cánnabis, los órganos más especializados en realizar la fotosíntesis son las hojas, en concreto la captación de los fotones se realiza en los cloroplastos. También es a partir de las hojas, donde se capta la mayor parte del CO2, gas que está presente en la atmósfera, y a través de las raíces absorben el agua (H2O). La fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas generan azúcares y O2, gracias a la luz, el H2O y el CO2.
El Fotoperíodo es la relación entre la duración de la fase luminosa y la fase oscura. La duración del fotoperíodo regula muchos de los procesos que tienen lugar en los seres vivos.
Diferencias entre Fase Luminosa y Fase Oscura
En el cánnabis, condiciona si la planta entra en su desarrollo reproductivo o se mantiene en la fase vegetativa. La mayoría de las variedades de cannabis permanecerán en fase de crecimiento vegetativo mientras se mantengan entre 18 y 24 horas de luz y un periodo de oscuridad de al menos 6 horas, y entran en floración cuando la duración del día y la noche es igual, o cuando la fase nocturna es mayor que la luminosa. Exceptuando las variedades autoflorecientes, que debido a su naturaleza no son sensibles al fotoperíodo, y floran al margen de la cantidad de horas de luz que reciban. Es habitual que las variedades sátivas reciban desde el comienzo de su desarrollo, el fotoperíodo de floración (12/12) para evitar que alcancen tamaños exageradamente altos, que dificultan el cultivo de estas variedades, y además no aportan mayor producción.
 La interrupción del día por un corto periodo de oscuridad no tiene ningún efecto en el fotoperíodo de las plantas sin embargo, la interrupción de la noche con un corto periodo  de iluminación, hace la noche más corta, dando una respuesta de las plantas ante este estímulo, induciendo si es el caso la floración, o generando una respuesta de estrés ante este cambio, como mutaciones, floraciones interminables, prefloración, hermafroditismo... 
Planta con hermafroditismo
Así que evitaremos entrar en nuestra sala de cultivo cuando las plantas están en la fase nocturna, aun cuando tengamos luz verde, ya que las plantas son fotosensibles también a esta radiación, y respetaremos los ciclos de día y noche para que las plantas puedan realizar tanto la transpiración (fase luminosa) como la respiración (fase oscura).
En próximas entradas a este blog trataremos otros factores limitantes de cultivo de interior, como la Temperatura,  la Humedad, aportación de CO2...permanece atento!!

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